Donde nacen mis venas,
ese es el principio de
todos los besos...de todos
los versos.
De mis piernas aprendí
el camino,
de mi frente, la victoria
más efímera.
Mis ojos solo se rinden
frente al mar.
Mis manos solo tiemblan
bajo el delirio.
Un gigante construyó el
templo de tus labios.
Un ocaso bendito dibujó
tus mejillas.
Algunas veces, los regalos
son arañazos de miel,
son como amantes astutos,
impredecibles.
JulioElpuente