No es especial mi brazo
ni mi despertar,
ni la vigilia que me sacude,
ni el día que me revienta,
ni la sien que me atosiga,
ni el columpio que me mece,
ni la rosa que me alimenta,
ni la canción que inunda mis pestañas,
ni las letras que atesoro.
ni mi despertar,
ni la vigilia que me sacude,
ni el día que me revienta,
ni la sien que me atosiga,
ni el columpio que me mece,
ni la rosa que me alimenta,
ni la canción que inunda mis pestañas,
ni las letras que atesoro.
Es especial esa lágrima maldita,
ese caminar insolente,
esa comprensión eterna,
esa alegría tras la puerta,
esa mirada furtiva,
ese corazón tejido de grandeza,
ese cuerpecillo bajo el satén,
esa apátrida bondad,
ese gesto de princesa verdadera.
esa comprensión eterna,
esa alegría tras la puerta,
esa mirada furtiva,
ese corazón tejido de grandeza,
ese cuerpecillo bajo el satén,
esa apátrida bondad,
ese gesto de princesa verdadera.
JulioElpuente