Escuchar al lado izquierdo del alma. Adoquines de invierno para un camino yermo.
Lo que encierra la demencia de unos labios amargos.
La triste vestimenta del adiós.
Allí, donde la barbarie retumba, donde el color no obedece al llanto, donde lo insensato es prioridad.
Pisadas robadas al viento, hegemonías truncadas, vestigios de vidas insalubres.
Equilibristas que cuelgan de miradas imposibles, prestidigitadores desaparecidos por azar.
De niño todas las voces son bellas, todas las sombras son nuevos amigos.
Inventarse un calvario donde solo hay fotos sin valor, versos incabados...vacíos.
JulioElpuente