miércoles, 18 de diciembre de 2024

Las turbulencias del alma. 2

He recogido estrellas perdidas,
he bailado entre canciones inéditas.
Los suspiros de los unicornios celestes eran cantos inexplicables,
los hijos que no existieron eran la salvación prometida.
Las turbulencias del alma escondían creencias ignotas,
arrinconaban sentimientos ambiguos.
Aquella guitarra primigenia entonaba acordes rosas y blancos, dulces y salobreños.
El olor a vida rota nos devolvía a parajes de azul y viento, a regiones barridas por el azar.
Cantares bizarros, embrujos
sinuosos, embadurnarán nuestras siluetas y dictarán el devenir de nuestros pasos.

JulioElpuente 


viernes, 13 de diciembre de 2024

Creo en ti. 2

Creo en ti.
No te busco en los mapas, sé de ti cuando respiro.

Y eso que soy un pequeño desastre,
una tardía voz sin certezas.

Esa luz que nos aguarda será 
la reinvención de nuestro enigmático color.

Andaré sobre tu sombra,
beberé de tu silueta,
viviré entre tu pelo y tu nuca.

Sin fisuras ni desapegos,
sin aristas ni dobleces, dulcemente. 

Esa intuición que no resiste olvidarte,
esa ola que que vuelve a ti una y otra vez.

Tan frágil como tu voz enamorada,
tan encendido como tu rubor.

El legado de un temblor mágico,
ligero y diluido en tu atmósfera

Vigilo las puertas del cielo,
espero a tu alegría y a tu belleza.

Sed de tu aire, de tu insólito perfume.
Impertérrito, clavado en la tierra que hollaste.

JulioElpuente 

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Escuchar al lado izquierdo del alma. 2

Escuchar al lado izquierdo del alma. Adoquines de invierno para un camino yermo.

Lo que encierra la demencia de unos labios amargos.
La triste vestimenta del adiós.

Allí, donde la barbarie retumba, donde el color no obedece al llanto, donde lo insensato es prioridad. 

Pisadas robadas al viento, hegemonías truncadas, vestigios de vidas insalubres.

Equilibristas que cuelgan de miradas imposibles, prestidigitadores desaparecidos por azar.

De niño todas las voces son bellas, todas las sombras son nuevos amigos.

Inventarse un calvario donde solo hay fotos sin valor, versos incabados...vacíos.

JulioElpuente

No detenerse. 2

No detenerse, tener recuerdos anudados al alma. Vivir incrustado entre el tiempo y la razón.

Hijo de un río de vientos, de un sinfín de comienzos, del torbellino de un silencio.

A los pies de una canción triste, en brazos del azar y su furia, arrodillado frente a la angustia.

Tocado por la mano de alguna deidad insignificante; de sus sienes nacieron estos pliegues antiguos.

Bosques de pequeñas piedras y tenues cenizas; enjambres arremolinados entre mis pies.

Correr sin haber aprendido a caminar. Zozobrar y sentir la brisa recordada.

JulioElpuente

lunes, 9 de diciembre de 2024

Duermo acurrucado. 2

Duermo acurrucado entre
paredes de cartón, ajeno a
la tutela de un viento sórdido. 
Vivo del aire más puro,
pero me olvidé de la luz;
olvidé su sedosidad, su desatino. 

Recogí mis dulces rodillas
y las atraje hasta mi pecho;
y allí, en el ovillo de mi carne
y mis recuerdos, los errores
del pasado volvieron a desaparecer. 

Las palmas de mis manos
son espejos silenciosos;
son herederas de un pasado
partido en dos,
misioneras en un mundo perdido. 

La mañana despertará después de mí.
Las ventanas, que alguna vez fueron agujeros sin vida,
serán ahora una pantalla multicolor donde la nubes,
desvergonzadas, pasearán
su alegría. 

JulioElpuente 


miércoles, 4 de diciembre de 2024

Vivir sin fronteras. 2

Crear con ojos vidriosos,
retomar el tiempo
abandonado,
abrigar con vestidos
raídos,
asomar entre arbustos
espinosos.
Amar...ser amado.

Beber en momentos
de locura,
respirar el aire de lo
absurdo,
crear un montón de
la nada,
alimentarse de ojos
verdes.
Consumar la vida.

Continuar caminando,
permanecer renqueante,
salir a la intemperie,
perder la razón,
sonreir a las canciones
verdaderas.
Vivir sin fronteras.

JulioElpuente 

Cuando el amor regrese. 2

Soy la duda y el temblor,
el fragor y el litigio.
Donde pisan mis pies,
la herrumbre desaparece.

Lo yermo que adormece
en mi interior 
despierta mientras camino,
mientras discurro,
mientras invento.

Los cipreses, altivos
secuaces del tiempo
y del silencio,
me han visto palidecer
bajo su sombra cambiante.

Si vivimos para morir,
¿por qué anochece en
nuestra memoria?,
¿por qué no anidan 
sinfonías de verbo y oro en nuestro interior?

Todo parecerá heroico, 
limpio, titánico, 
cuando el amor regrese 
tras la aurora. 

JulioElpuente