lunes, 2 de junio de 2025

Ensoñación.

Entre los dedos, la melosa vida fluye inagotable, ingobernable.
Las pestañas no pueden ensombrecer tu luz chispeante,
tu luciérnaga incesante.
Escribo con la fe de un necio, con la indeleble convicción de un caminante perdido.
Y en el reloj, las horas temerarias del amanecer, se funden con el deseo y la impostura.
Madrugo para ensimismar a los que huyen de los sueños, a los
que rebuscan en el ayer.
La luz son restos de cenizas viajeras, argumentos extraídos del mañana.
Y más abajo, vidas que me ignoran, vidas que saben de mí, pero no de mi canción.

JulioElpuente