En tus ojos está la llave
de las alegrías.
Ven a buscarme cuando
no existan respuestas.
Llámalo destino,
llámalo siempre.
Dicta mis pasos,
dirige mi invierno,
arrulla mi primavera.
Lo precioso es tan
preciso como tus labios,
tan inevitable como
tu brisa invisible.
Sorpréndeme con el
menor de los venenos,
con la mayor de las caricias,
con la abdicación de
la pereza.
No recuerdo el número
infinito,
ni la memoria de ayer,
ni la verdad de mi
sueño.
No existirá bestia sin final,
rifle sin rosas,
amor sin deseo,
esperanza sin mañana.
JulioElpuente