tú eres la venganza,
eres la constancia,
eres la tirita de mis defectos.
Creaste un sendero de gloria
con tu maquiavélica piel,
esa que reta a los pétalos,
que vive y nada en la euforia.
Nunca conociste la tristeza,
eras como un verano eterno,
una suerte de sortilegio,
un mar de azulada tibieza.
Llegaste y fuiste la raíz,
después, todos los símbolos
explotaron a la vez,
todo pasó por tu tamiz.
JulioElpuente