Le he robado pétalos al mar,
he olvidado el sabor de las olas.
No encuentro mis silencios;
quizás murieron al despertar,
quizás renunciaron a vivir sin mí.
¡Qué alguien me ayude a
discernir entre dolor y sentimiento!
¡Qué la vida le sea infiel a la tristeza!
Y, sin embargo, el amor
me viste,
me mima,
me agasaja,
me intuye,
me enamora.
Haz de mí el supremo devenir,
una conciencia desconocida,
un rayo sin destino,
un agosto de estrellas
sin mácula,
un invierno sin lágrimas.
JulioElpuente