de los débiles.
De la fuente que alimenta
mi alma brota un
líquido singular, letárgico.
Tras las paredes se
advinan murmullos
alcalinos, mesiánicos.
Donde todo ocurre,
nada sucede,
donde todo muere,
donde todo muere,
algo pervive.
Mi corazón, de barro y simiente,
llora por lo que no ha
ocurrido,
por lo que un día
imaginó.
Desciende de tu trono
celestial y roza mi piel
de raso
y terciopelo.
JulioElpuente
Mi corazón, de barro y simiente,
llora por lo que no ha
ocurrido,
por lo que un día
imaginó.
Desciende de tu trono
celestial y roza mi piel
de raso
y terciopelo.
JulioElpuente