jueves, 28 de marzo de 2024

Arco luminoso.

Me he sentado frente a la cristalera, untada de pequeñas y húmedas crisálidas, esperándote a ti y a ese arco luminoso.
Y cuando, por fin visitasteis estas pestañas imperfectas y locuaces, el resplandor me guio a través de campos de lavanda y avenidas lustrosas.
Y entonces descubrí ese don del almíbar que tienes en la mirada, y su rastro, que es una trilogía heroica, una madeja de hilos dorados, vencedores de las nubes y los ocasos.
Y tú boca, deliniada por esos pómulos erguidos, sabedores de la verdad primigenia, me habla sin hablar, me despierta en silencio, me desnuda acariciando.
Y tu tacto, que quedará grabado en mi espalda con esa magia indolente, con esos paseos de curvas caprichosas. 
Y tus uñas, creando surcos y enigmas deslumbrantes.

JulioElpuente