Tengo el regazo repleto
de utopías.
Quisiera parecerme a tu sonrisa;
a su sinceridad, a su frescura.
Mientras tanto, mis ojos
jugarán con tus labios
a ese juego de miradas
delictivas que solo conocen
los que viven de espaldas
al dolor, los que no desnudan
cuerpos sino almas.
Te contaré secretos
que la noche me explicó
mientras se deslizaba entre mi
piel y mis costuras.
Secretos que vivirán entre
nosotros hasta que el
atardecer nos separe.
Pero antes, cuando amanezca,
ni el sol ni el destino
serán rivales para nuestra
dicha.
JulioElpuente