miércoles, 16 de octubre de 2024

La brisa de un mar dormido.

Quiero verter en tu secreta 
calidez todas mis delicias,
quiero deshacerme entre 
tus manos, esas que están 
libres de tormento y de
ideología.
La mordaza que ahoga mis 
instintos se despedaza ante
tu mirada de miel salvaje,
despiadada y dionisíaca.
Lo que nunca supe decirte 
se condensa en una palabra 
sencilla y honesta, una
palabra que no necesita nombre porque es principio y final, destino y armonía.
Dejaré que mis pupilas se alimenten de tu luz, de tu
densidad urdida por los dioses,
de tu belleza, sólo comparable a la dignidad y a la brisa de un mar dormido.

JulioElpuente