envuelto en tus arrullos,
agraciado con el premio mayor.
No puedo recordarme sin tu mirada,
no puedo abrir los ojos si no es para explicarte.
Sólo tú eres la miel en los momentos atroces,
solamente tu sonrisa acalla las soflamas más ardientes.
Mi pincel tiene todos los colores del amanecer,
pero no consigue reflejar tu rubor.
Ven, anida entre estos brazos que te desean tanto como la soledad desea al sol,
como los labios desean el fruto más preciado.
El terciopelo, atusado, espera impaciente que tus pies de primavera y cielo hollen su pulcritud azul.
JulioElpuente