Las teclas apropiadas.
Esas que están dibujadas
en tu cuerpo,
esas que son felices con
el roce de mis dedos.
Tocaremos juntos,
cantaremos sin ruido,
arderemos sin fuego.
La misericordia se abrirá paso
entre nuestras pieles.
Todo lo que amamos será
recuerdo y misterio.
Esta sinfonía incruenta,
esta armonía vital, dulce.
Este dolor que vive para
transportarnos, para
deshacernos.
Todo esto, todo aquello,
todo lo que queda por
descubrir entre mis manos
y tu sonrisa.
JulioElpuente