fue la bienvenida a una eclosión de mensajes,
de palabras futuras.
Su prolegómeno;
esa fusión inenarrable,
esos cuerpos vestidos de
poesía,
formará parte para siempre
de mi antología vital.
Esa mirada atrás,
al unísono, no fue sino la
negación de que ese
abrazo pudiese acabar.
No quería que llegase
ese momento;
¡Qué iluso!
¡Qué engañado estaba!
¡Sí ese era el momento estelar!
¡Sí ese sería el principio de todo!
El universo se expande, pero
espero que en el nuestro
sea una contracción infinita.
JulioElpuente