jueves, 11 de abril de 2024

Mi corazón.

Mi corazón descansa en una hornacina, en un rincón de tu alma, en el interior de un cofre dorado
Necesito sus latidos,
pero me consuela que tú puedas visitarlo en cualquier momento.
Visítalo al amanecer, al atardecer, cualquier día,
a cualquier hora, y muéstrale
tu frescura de primavera marina.
Imagino tus manos, 
una a cada lado de su rugoso
perfil, y tu sonrisa silenciosa amenizando el suave resplandor que os acompañará.
Él recitará para ti un poema de florituras imposibles y sus latidos te atravesarán como una daga de ternura y miel.

JulioElpuente