martes, 23 de abril de 2024

Nadie.

Nadie se llamará como yo cuando los cielos se despierten grises y anhelosos.

Nadie necesitará versículos ambiguos si no conoce mis 
desvelos.

En algún rincón olvidado,
en alguna buhardilla famélica,
alguien escuchará mi canción.

Con mis cenizas, el viento construirá catedrales barrocas,
imperios apátridas.

Ya nadie se llamará como yo,
porque nadie se llama como yo,
porque jamás nadie se llamará como yo.

JulioElpuente.