Nadie necesitará versículos ambiguos si no conoce mis
desvelos.
En algún rincón olvidado,
en alguna buhardilla famélica,
alguien escuchará mi canción.
Con mis cenizas, el viento construirá catedrales barrocas,
imperios apátridas.
Ya nadie se llamará como yo,
porque nadie se llama como yo,
porque jamás nadie se llamará como yo.
JulioElpuente.