Mi vuelo es el de un alma
pletórica,
el de la comunión con la
brisa,
el de la simbiosis con el
viento.
Entre desfiladeros de cartón
piedra,
invento piruetas y escorzos
imposibles,
me alimento de corrientes
cálidas.
Pero el porvenir es una arista
macabra,
un saliente de rocas negras y
traidoras,
un farallón que adormecerá mis carnes.
Y despierto más cerca del
cielo,
arrastrado por el azar y la
tormenta,
con pensamientos desprovistos
de futuro.
Aterrizo en algún lugar del
corazón,
en un prado de canciones y
risas,
en un confín que será un nuevo
despertar.
JulioElpuente