Quisiera saquear tu pecho hasta esquilmar todos tus frutos.
Quisiera doblegar tu firmeza con estos dedos que erizan los surcos y amenizan las pieles.
Quisiera invitarte al restaurante de nuestros besos, a la bodega de nuestros dislates.
Quisiera adornarte con mis atavíos, con mis fruslerías,
con mis minucias.
Quisiera que supieras lo que quiero y que, cuando tú quieras lo mismo que yo, todo lo que queramos sea un único querer.
Puedo enamorarme de cualquier verso, de cualquier amanecer, de cualquier persona, pero solamente extrañaré tu ternura.
JulioElpuente