Cabal hasta lo imposible,
invisible hasta lo inimitable,
sensible hasta lo inimaginable.
La tristeza es el adorno
de las penas,
pero mi alma pernocta
donde el corazón duerme.
El tiempo es mi ruin
enemigo;
se escapa a racimos entre
mis cejas arqueadas.
Esa antigua memoria,
esa de rayas y aguaceros,
esa que me muestra todas
las sonrisas,
esa que se olvida de
casi todo cuando está
sin mí.
Está escrito, pero
sin nombres ni apellidos,
sin sombras ni fobias.
Todo a su alrededor es de
un brillo cegador.
JulioElpuente