a buen recaudo.
Está en el lugar reservado
a tu presencia,
allí donde los amantes
recitan versos equívocos,
sentencian aforismos inauditos,
fabrican misceláneas
de la nada.
En un recodo del tiempo,
tu mirada juega a ser
atardecer,
renace en cada aleteo
de tus pestañas.
A lo lejos,
donde alguna vez fue ayer,
nuestras almas,
huidas de estos cuerpos
celestes,
bailarán sobre un césped
multicolor,
rodarán sobre él para no
volver jamás.
Y así nacerá nuestro
verano perpetuo,
nuestro eterno
plenilunio,
nuestra vorágine de
sensualidad y plenitud.
JulioElpuente.