cómo se explican ese caminar
misterioso,
esa sonrisa que aplasta
imperios,
ese perdón convertido
en alma.
En el tumulto, tú eres la
templanza,
en la tristeza, tú eres el
resplandor.
Si me regalas un segundo,
te esperaré toda la
eternidad.
Si me abrigas con tu arrullo,
abrazaré a dioses y a
paganos,
a demonios y a
querubines.
JulioElpuente