ven a amar abierto.
Dormiremos bajo el baldaquino de las estrellas y nos
mezclaremos con la arena
cantarina y la espuma salobre.
Y si la tormenta amenaza nuestros cimientos,
buscaremos refugio entre los pechos hospitalarios de las sirenas.
Cuando el amanecer nos
cosquillee los muslos,
nos abrigaremos con
los rayos olvidados por
la luna.
No volvamos nunca más
al mundo de lo pactado,
de lo ficticio,
de lo efímero.
JulioElpuente